DRÁCULA.

Hace mucho tiempo en un pueblo lejano vivía una hermosa mujer llamada Alejandra cuyo cabello y piel eran tan blanco como la nieve, de ojos azules y una amabilidad extraordinaria. Pero ante la sociedad era mal vista por sus rasgos físicos, en esa época ser un albino significaba desgracias y maldiciones.

Solo hubo un hombre llamado Henry a quien no le importó las apariencias ni mucho menos las opiniones de los demás y se enamoró de Alejandra cuya belleza y nobleza resaltaba e iluminaba su vida. Alejandra y Henry se enamoraron, tuvieron 2 hijos que para desgracia de sus padres nacieron albinos como su madre ya que la sociedad era muy cruel y temían ser rechazados por las personas. Con el paso del tiempo los niños crecieron, Andrea la mayor con 13 años era toda una linda jovencita y Willy de 7 años.

Los alimentos se estaban acabando en el pequeño pueblo, los peces eran casa vez mas escasos y varios hombres decidieron averiguar lo que pasaba, entre ellos Henry.

-Alejandra cuida bien de los niños, no te preocupes por mi. Prometo volver pronto con buenas noticias, te traeré mucho pescado y no volverán a pasar hambre.

– Querido no vallas tengo un mal presentimiento. Mi corazón se siente triste, quédate con nosotros.

– No pasará nada querida. Volveré- Henry se despide y besa a su amada y a sus hijos en sus frentes.

En las siguientes semanas llegaron noticias que la embarcación fue destruida por una feroz tormenta quedando el barco destruido, ninguno sobrevivió. Alejandra supo que su esposo jamás volvería y su corazón se destrozó por la partida de su amado. Las personas no tardaron en culpar Alejandra de la desdichas.

– ¡Tu tienes la culpa. Estas maldita al igual que tus hijos!- la cabaña de Alejandra fue saqueada por la multitud dejándola sin nada. Sus hijos lloraban junto a su madre por la indiferencia de los demás.

– Hijos míos. No tengo que darles de comer, perdonen a su madre por ser tan inútil.

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– Mamá no tienes la culpa de nada, juntos como familia saldremos de todo esto- dijo su hija mayor Andrea.

Las desgracias del pueblo iban creciendo y la comida era cada vez más escasa. La gente no dudó en volver a culpar a Alejandra por lo ocurrido, acusándola de embrujar al pueblo, tomaron represalia y furiosos fueron en busca de la joven madre para matarla con sus hijos. Entraron a la pequeña cabaña, sacaron a la pobre mujer de los cabellos junto a sus pequeños.

– ¡Noo! ¿que me van hacer? ¡Suelten a mis hijos, por favor no les hagan daño!

– ¡Mamá, Mamá!- Gritaban los niños muy asustados.

La multitud, amarró a la inocente mujer, mientras pedía clemencia y fue quemada en la hoguera, Alejandra gritaba y se retorcía del dolor ante los ojos de sus pequeños hijos. Mientras la multitud aplaudía aquel malvado acto, algunos hombres tomaron a la niña tapándole la boca y fue violada y golpeada salvajemente. Willy su pequeño hermano estaba atado tratando de salvar a su hermana. Pero no pudo salvarla, vio morir a su madre y hermana por la injusticia de aquellas personas.

– ¿Que haremos con el niño?
También sus rasgos físicos son raros. Vamos a matarlo, debe de estar maldito como esas brujas- dijo la multitud.

Mientras golpeaban al niño, este solo pedía morir rápidamente para ir con su familia. Pero fueron interrumpidos por dos hombres, uno de procedencia africana, era muy alto de ojos color amarillo y una mirada aterradora y otro de piel blanca, ojos color sangre, mirada fría y con un enorme cuervo en su hombro.

– ¿Que esta pasando aquí?

– ¿Quién rayos eres tu?- dijo uno de los hombres quien golpeaba al niño.

– Yo soy quien hace las preguntas. No te atrevas a desafiarme, es repugnante.

La mirada de aquel hombre con ese enorme cuervo causó miedo y pánico.

– Estamos apuntó de matar a este niño. Era hijo de una bruja, es ella, la que está quemándose en la hoguera.

– Entregame al niño

– Pero joven ya esta casi muerto.

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– ¡Eres imbécil o que! Si el dice que entregues al niño entregalo, obedece ¿o quieres morir?- réplica aquel hombre de procedencia africana.

La multitud entrega al niño a aquellos hombres misterios que tanto les causaban miedo. Los hombres se llevaron al niño moribundo y en una posada lo acuestan, uno de ellos corta su mano y le da de beber de su sangre al niño.

– ¿Que haces, ese niño ya esta casi muerto?

– ABA, este niño le daré vida, poder y cobrará venganza, no veo el momento que destruya a esa personas.

Al día siguiente el niño despierta rodeado de aquellos dos hombres. Al despertar su aspecto físico cambio, sus ojos eran color violeta, su cabello era mitad blanco y mitad negro y de su boca tenía enormes colmillo, Willy sentía un gran poder por todo su cuerpo y alza su mirada.

– ¿Quienes son ustedes?

– No hagas preguntas niño. Ahora eres un vampiro como nosotros ¿quieres venganza por la muerte de tu familia? Si es así esta es tu oportunidad, ve y matalos y de paso tomas su sangre, debes de tener buen apetito.

Al caer la noche Willy fue a vengarse y en medio de una celebración en el pueblo las personas quedaron sorprendida de ver aquel niño vivo. Este mostró sus colmillos y sin piedad fue matando a uno por uno, la multitud entró un pánico.

– ¡Corran, es un vampiro!

– ABA, ve por ellos, tu rostro lo dice todo, quieres beber sangre. No quiero a nadie vivo, otra cosa, descuartiza sus cuerpos.

ABA con una sonrisa maliciosa y pasando su lengua por sus labios saboreaba el olor a sangre humana.

– Como ordenes DRACULA.

ABA entra en acción despedazando los cuerpos de las personas con sus enormes garras y colmillos y junto con el niño mataron a todas las personas. Dejándolas sin una gota de sangre, el pueblo quedó en total silencio y los cuerpos desmenbrados por todas partes. DRACULA por su parte solo observaba mientras acariciaba a su enorme cuervo.

El niño al ver el cadáver de su madre quemado y atado en la hoguera cae de rodillas y llora desconsoladamente por la muerte de su madre y hermana.

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– ¡Mamaaa, Mamaa, perdón no pude salvarte a ti y mi hermana!

ABA con mucha curiosidad se acerca a DRACULA.

– ¿Puedo preguntar porque ayudaste aquel niño?

– Ese niño me recuerda tanto a mi. Mi madre murió de la misma manera, unos infelices la quemaron y al ver ese niño me hace revivir esos momentos.

-Lo lamento mucho, si en ese tiempo estuviera junto a ti, los hubiera matado a todos.

– No te preocupes ABA, yo los hice pedazos, sus muertes fueron lentas y muy dolorosas, hubieras visto sus horrendas caras, llenas de miedo y aguntia, fue placentero.

DRACULA se dirige a donde está Willy.

– ¿Niño, vienes conmigo o te quedaras llorando en este lugar?

– Me voy con usted ya que mi mamá no esta conmigo y no tengo a nadie más.

– Lamento no haber llegado a tiempo, quizás las hubiera salvado y tu estarías feliz con tu familia.

-Puedo preguntar como se llama.

– DRACULA, y este grandulon es mi mano derecha se llama ABA, parece malo pero es un buen vampiro.Tu nombre ya lo se, no hace falta que te presentes.

– ¿DRACULA dices?- el niño sonríe y lo abraza fuertemente- gracias por salvarme, eres mi héroe – y gracias también a usted señor ABA.

-Ni lo menciones, solo hice lo que DRACULA quería y porque tenía mucha hambre.

Antes de partir ABA prende fuego a todo el pueblo dejando todo en llamas- Ardan todos malditos ja, ja, ja.

– ABAya están muertos, no sentirán más dolor.

– Si. Pero no te parece dicertido verlos vuelto cenizas.

DRACULA se llevó al niño y fue criado como si fuera su hijo, Willy creció con una enorme fuerza y aunque nunca superó el el gran poder de DRACULA, si lideró uno de sus ejércitos en Rumanía, convirtiéndose en un importante miembro de la orden militar más poderosa del mundo la orden del GRAN DRAGÓN ROJO.

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