ALOM (Dios creador de la Mitología Maya)

La región Maya es la representación de las culturas indígenas más grandes de la historia, siendo una civilización que se desarrolló en tres períodos; las cuáles dejaron una gran cantidad de aportes para la humanidad, entre estos: los conocimientos matemáticos, hazañas arquitectónicas, lenguaje, astronomía, política y religión. En la mitología maya Alom, era parte de las primeras divinidades pobladoras.

La creación

La creación según la mitología maya

Al comienzo de la historia no existía vida, pues «el todo» era vació, así los dioses mayas decidieron que era momento de comenzar un mundo, al crear a este hicieron la separación del cielo y la tierra, luz de la oscuridad y el agua de los campos.

Notaron que su creación requería de seres que la habitaran, así fue como dieron vida a los animales. Sin embargo estos no les veneraron, pues era tal su inteligencia que veían por sí mismos sin ofrecer tributos a sus creadores. Los dioses les castigaron obligándolos vivir bajo la supervivencia del más apto, así estos se darían caza para sobrevivir.

Continuaron en su búsqueda de un ser que les agradeciera por el nuevo mundo, decidieron que los nuevos seres debían pensar para poder entender lo que habían hecho por ellos, hablar para agradecerles a los dioses, amar para velar por su tierra, y reproducirse para que así la especie existiera por siempre.

Deidades femeninas en la creación del hombre

Creación del hombre

Los dioses mayas hicieron al primer hombre de barro, este no poseía la capacidad de sostenerse, pensar, ni hablar, así que le destruyeron. El segundo hombre fue de madera y no estaba agradecido, pues no tenía alma, ni memoria, por lo tanto, fue destruido con un diluvio. Luego de esto los animales le entregaron a Ixmukané un fruto que se encontraba en la tierra, que era fuerte y con muchas utilidades como regalo, la diosa tomó la ofrenda y moldeó al hombre con maíz.

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El hombre de maíz fue un éxito para los dioses, pues era fuerte, pensaba, amaba y veneraría en un futuro a sus creadores, sin embargo, la nueva especie no sabía como hacerlo. Los dioses masculinos recurrieron a las deidades femeninas, para que estas se encargaran de orientar al hombre de maíz.

Alom, la diosa pobladora

No es reconocida como una única deidad resaltante, esto se debe a que generalmente los Mayas alababan a las divinidades femeninas en su totalidad, ya que estas se apoyaban para lograr los objetivos propuestos por los dioses, sin embargo, Alom fue una de las primeras pobladoras en el territorio, esta concebía a los hijos junto a Qaholom quién los engendraba.

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