La oscura leyenda de Eyeless Jack

Con el ataque de Pearl Harbor, retumbando todavía en las cabezas de cientos de personas los bombardeos por parte del ejercito del imperio Japonés y las declaraciones del presidente Franklin D. Roosevelt, quien hacía el anuncio oficial que Estados Unidos se uniría a la Segunda Guerra Mundial, se desató en muchos jóvenes el patriotismo en las venas y respondieron enlistándose como parte de las tropas que partirían a Europa.

Fue así, como Jack, un chico proveniente de Kentucky, Louisville; tomó parte de las milicias que se embarcarían a Bélgica. Estar en el campo de batalla es distinto a verlo en la televisión, todo sucede en milésimas de segundo, la motivación para luchar por lo que se quiere se puede transformar en instinto de supervivencia y los ideales que lo llevan a uno a tomar las armas cambian cuando la vida pende de un hilo.

No obstante, el horror de los bombardeos no apago la alegría de Jack quien pudo encontrar amistad y cobijo gracias a otro soldado joven como él, un inglés llamado Louis. En sus tiempos de ocio, entablaron conversaciones y jugaban cartas, en esos leves instantes en que la guerra sonaba como un rumor, Jack y Louis se hicieron grandes amigos. Pero un día en pleno cambio de proyectiles las cosas cambiaron.

Metralla cayó en los ojos de Jack despojándolo de su visión, mientras una bala había perforado el riñón izquierdo de Louis. Ambos fueron enviados a un hospital cercano donde se decidió que lo mejor que podían hacer por Jack era extirparle sus ojos. Sin su visión, y todavía recuperándose, Jack decidió no abandonar a su amigo, quien se debatía entre la vida y la muerte. Louis necesitaba un trasplante con urgencia y su hermano en armas se ofreció como su donante.

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El día de la operación, Jack y Louis, acostados cada uno en distintas camillas y asustados por el futuro que les esperaba intercambiaron palabras de consuelo y se dieron un estrechón de manos, y fue así que tomados de la mano permanecieron durante la operación.

Cuando Jack despertó su primera pregunta fue por el estado de su amigo: ¿Cómo se encuentra Louis?. Betsy, una dulce enfermera quien había cuidado de ambos convalecientes fue la que le dio la triste noticia: lo siento Jack.

Con la sombra de la muerte rondando su interior, Jack abatido, regresó a casa donde las malas noticias no se hicieron esperar su madre se encontraba en mal estado: la guerra le había arrebatado la salud de uno sus hijos y la vida de otro.

Marcus, su hermano, había muerto hace unas semanas a causa de unas partículas extrañas que se encontraban en el aire de la fábrica de armas donde trabajaba. Corría el rumor de que en esa fábrica se elaboraban armas nucleares.

La mamá de Jack, no tardó en seguir a su hijo Marcus y a su esposo, quien había fallecido hace unos años a causa de la tuberculosis. Solo, Jack se había quedado solo en el mundo y con muchas necesidades. Sin embargo, el dueño de la fábrica se apiadó de Jack y le ofreció empleo.

En su trabajo de producción, Jack se apegó a una rutina para esconder sus penas: estaba incompleto física y mentalmente, con el espíritu roto, había perdido a todos los que amaba. Los días se convirtieron en un recordatorio contante de sus demonios pero uno de esos tantos días un nuevo empleado llegó a la fábrica, se llamaba Timmy.

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El joven Timmy le recordaba a su compañero de barracas y siempre estaba dispuesto a ayudar a Jack. Pero una tarde de ocio todo dio un vuelco, Timmy se encontraba ensayando una de las armas cuando esta se disparó accidentalmente hiriendo a Jack en la garganta, las balas destruyeron sus cuerdas vocales.

El impulso del impacto lo hizo caer en un contenedor que tenía un líquido corrosivo, la extraña sustancia empezó a socavar su piel, no obstante Jack seguía vivo pero a medida que su cuerpo iba sufriendo iba naciendo en él la necesidad de completarse.

Le faltaban sus ojos, su riñón y ahora ya había perdido su corazón; un ser con ganas de sangre estaba ansioso por cazar y el dulce Timmy se convirtió en su primera víctima.

En los famosos blogs paranormales de internet, empezó a circular la historia de un par de hermanos que habían conocido a Jack en una noche aparentemente tranquila que habían pasado en una cabaña que alquilada. Después de escuchar ruidos extraños y sonidos de arañazos en las ventanas, uno de los hermanos, el mayor de ellos, se levantó a inspeccionar y vio como una figura aparentemente humanoide se colaba por la ventana para luego desaparecer en el vacío.

Al otro día cuando se despertaron, ese hermano que se había levantado fue a revisar cómo se encontraba el más pequeño y vio que esté tenía una herida en la mejilla. Cuando partieron al hospital para que lo curaran y vieran su estado, el médico aterrado le dijo que al hermano más joven le habían extirpado un riñón.

Jack, había sido Jack. Los hermanos investigaron su origen, sus motivaciones pero no entendieron como se podía mantener en ese estado lozano, porque para esas fechas rondaría más de los 90 años y el ser con el que se habían encontrado era ágil. Tal vez, cuando se deja de ser humano para transformarse en monstruo, el tiempo no te afecta de la misma manera.

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