Si no se va la señora que me está mirando

Ahora mismo estoy en mi cama, intentando dormir, no sé si es mi cabeza, no sé si sólo estoy cansado…no, no puede ser eso, esa mujer no puede ser producto de cansancio, debe ser una de esas muchas veces que algo desconocido se queda mirándome, se acercan, me miran y me miran más; estoy hartándome de ello, pero nunca se quedaban mirándome en mi cama, o en mi casa pero cada vez que lo hacían era más cerca de mi casa ahora que lo pienso, empezó hace un año en un viaje a Nuevo Vallarta, era un viaje divertido pero una de esas noches decidí ir a caminar fuera del cuarto por las instalaciones del hotel, pasó una media hora y vi a una mujer pasar por los cuartos vestida con pantalón de mezclilla y una blusa fajada en su pantalón…pero lo raro fue que estaba de cabeza, caminando con las manos en el suelo y los pies al aire, cuando la vi pensé en preguntarle porque haría eso a las 11:30 de la noche pero cuando conectamos las miradas se acercó corriendo de cabeza hacia mi hasta quedar a cinco metros aproximadamente de distancia, salté del miedo y estaba esperando un ataque de esa mujer extraña pero sólo sentí frío, ni pude caminar lejos de ella por 2 minutos, estaba petrificado aceptando mi muerte pero no hizo nada, caminé lejos de ella hacia el cuarto y cuando volteé atrás no la vi. 

Esa fue probablemente la primera vez que vi algo así y siento que esa mujer está relacionada a lo que siguió pasando de ahí hasta el día de hoy, esa mujer que vi por primera vez se veía como una mujer normal, con blusa, maquillaje, pero tenía la mirada muerta, como si la luz de sus ojos ya no existiera con las pupilas dilatadas al máximo, luego empecé a ver a diversos tipos de asechamientos desde niños hasta hombres obreros y una vez fue un anciano, todos con una característica en común, los ojos…muertos, incluso empezaba a acostumbrarme, cada uno tenía nuevas posturas, nuevas contorsiones corporales, después de ellos aparecían los que tenían ojos rojos, la mirada muerta pero los ojos rojos sangre. 

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La mujer que me miró por primera vez en el hotel no tiene nada que ver con lo horrible que es la que está en mi puerta, con sólo un ojo mirándome, la mano está dentro del cuarto, también un pie, pero se mantiene estática. Estoy escribiendo esto en mi celular ya que no tengo nada más con que hacerlo, esa mujer no deja de mirarme, pero es la primera vez que escucho a uno de los asechamientos respirar, está a un metro de distancia…mirándome y caminando lentamente, no se detiene y tengo miedo, tiene cada cosa que más me daba miedo de cada una de las figuras humanas que se fueron apareciendo desde hace un año, esos ojos rojos brillantes a la luz de la luna, tengo una ventana donde puedo ver parte del reflejo de la luna en ese rojo carmesí, su boca con dientes deteriorados, su piel blanca como las sábanas que me cubrían, con una sonrisa que lentamente se está formando, ahora que lo pienso, empezó con una cara de emoción neutral, el pelo negro, pero no le cubre la cara lo cual es aún más inquietante para mí, tiene arrugas…esos ojos…se están moviendo alrededor de mi cuerpo como si fuera una presa más, estoy congelado, no quiero gritar, siento que si lo hago va a ser mi final, necesito calmarme, me pondré a rezar, no creo en Dios pero si es que existe voy a rezar, escribiré si funcionó o…espera, está abriendo la boca, está abriendo la boca, no se acerca pero está abriendo la booooooooooWepfpwenm.

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