Raymond Robinson (El hombre verde)

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Cada país cuenta con numerosas historias legendarias muchas de las cuales se han popularizado alrededor del mundo. Muchos son los que dudan de la veracidad de los hechos, pero hoy os traemos la terrorífica leyenda de Charlie sin cara que se ha demostrado que sí existió.

En el oeste de Pensilvania existen muchas leyendas locales como la del Hombre Verde de Pitssburgh o Charlie No Face. Se dice que se puede ver a este hombre al acecho junto a la carretera por la noche soplando el humo de un cigarrillo a través de los agujeros de sus mejillas, intentando mantenerse fuera de vista.

La historia dice que el hombre verde tuvo un accidente que le dejó su rostro arruinado. Algunos dicen que trabajaba para una compañía eléctrica y fue alcanzado por un rayo o tras caer una línea eléctrica. Otros sugieren que fue salpicado por ácido en la fábrica en la que trabajaba.

En otra versión de la historia, el accidente tuvo lugar en un túnel ferroviario abandonado en Pittsburgh que seguramente fue el South Park Township, situado al lado de Snowden Road, utilizado por el municipio para almacenar sal de roca para los días de nieve.

Hay muchas versiones de la historia y hay personas que todavía se sorprenden al descubrir que en realidad este hombre sí existió. Se llamaba Raymond Robinson y esta es su verdadera historia:

Cuando Raymond tenía ocho años, subió hasta la torre que sostenía las líneas de alta tensión para el tranvía. Un pájaro había construido un nido allí y sus amigos querían saber si había huevos en el mismo. Desgraciadamente, Raymond tocó por error los cables y se electrocutó. Logró sobrevivir, pero como consecuencia del accidente perdió sus ojos, la nariz y un brazo. Su rostro se desfiguró de forma horrible.

Salió del hospital con una nariz protésica y unas gafas oscuras para ocultar sus cuencas vacías. Pasaba los días escuchando la radio, aprendiendo Braille y trabajaba haciendo cinturones y carteras de cuero, aislado del mundo. También cortaba el césped y paseaba a lo largo de la ruta 351.
 

Los adolescentes le empezaron a llamar “Charlie no face” (Charlie sin cara), mientras que otras personas lo llamaban “Hombre verde” porque decían que se trataba de un fantasma verde o que su piel quemada había tomado un tinte verde después del accidente. Sin embargo, el apodo provenía en realidad de una vieja carretera militar por la que la gente empezó a conducir para encontrarse con él.

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Raymond se escondía cuando oía tráfico, pero algunos curiosos se hicieron amigos de él y llegaron a apreciar su compañía: le daban cigarrillos, cerveza y se hacían fotos.

Raymond murió en 1985, pero a día de hoy se dice que su fantasma vaga por la carretera de forma habitual. Se dice que está enterrado en el cementerio de Grandview, cerca de lugar del accidente.

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