Momias

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Las momias son no muertos cuyo cuerpo se ha visto casi perfectamente conservado gracias al proceso de momificación que sufrieron. Esto último los vuelve más resistentes, rápidos y fuertes que la mayoría de los zombies normales.

La clásica descripción de una momia es una criatura muerta de ojos rojizos llena de vendajes que normalmente es un faraón de una tumba egipcia. Esta misma descripción es la clásica en la cultura popular, en disfraces de Halloween y en la cinematografía (que fue una de las primeras formas en las cuales la momia se lanzó como una criatura fantástica y paranormal). Sin embargo las momias no sólo existen en el Antiguo Egipto y no forzosamente tienen que vestir vendajes aunque es lo más común.

Se le denomina momia cuando está muerta y el término correcto a cuando vuelve a la vida es «Momia en Vida». Una momia volvería a la vida, en el caso de las momias Egipcias, para proteger sus tesoros; el cine nos muestra casos más específicos como proteger un amor perdido, venganza o incluso es posible que se cree una momia si ésta se infecta con un virus de zombie.

Hay dos tipos de momias:

Momia Embalsamada

Aquella momia que sufrió un proceso de embalsamamiento (actos que se llevan a cabo en el cuerpo de un muerto para que se conserve por años y años) de manera artificial. Esto es que al morir, una persona fue momificada para poderse conservar. Este proceso fue muy visto en el Antiguo Egipto donde faraones y gente importante eran momificados para poder mantenerse frescos en la muerte. Este tipo de Momia Viviente sería de las más fuertes y salvajes. A veces se les otorgan poderes oscuros.

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Momia Natural

Este segundo tipo de momia es aquel en el que la conservación se da de manera natural. Por ejemplo si una persona muere en un pantano, las mismas sustancias de la ciénaga la conservan o llevan a cabo su proceso de momificación. Este tipo de Momia Viviente sería más débil pero igual de salvaje. Esta momificación se dio en varias regiones del mundo.

Origen

El Antiguo Egipto fue el primer lugar y en dónde más se dio la momificación. Era un proceso que las familias ricas e importantes Egipcias realizaban al morir para que su cuerpo se mantuviera fresco y así pudieran gozar de él en la vida después de la muerte. Este proceso incluía el perfumar y limpiar el cadáver, extraer sus órganos vitales, rellenar el vientre con mirra, remojar el cuerpo en natrón, rellenarlo una vez más con mirra, vendar el cuerpo y almacenarlo en tres sarcófagos (uno dentro de otro). Los órganos extraídos eran colocados en vasijas o vasos con la efigie del dios al que le pertenecería. Así, el estómago sería de Duamutef, el intestino de Qebesenfu, pulmones de Hapy y el hígado de Amset. El corazón se dejaba en la momia para que esta, al morir, pudiera entregárselo a Horus y pasar por su prueba para ver si podía ingresar al reino de los muertos. Anubis era considerado el dios de los embalsamamientos y las momificaciones.

El proceso anterior, como se ha explicado, era costoso en el Antiguo Egipto y por eso pocos alcanzaban la suerte de volverse momias. La mayoría de los faraones fueron momificado y colocados en tumbas (Pirámides). A veces incluso momificaban esclavos o prisioneros para hacerlos pasar por el faraón momificado y así no se perturbará el sueño del verdadero faraón.

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Gracias a todo lo anterior las momias egipcias siempre han sido temidas, sobre todo porque se dice que poseen oscuros poderes egipcios como sus terribles maldiciones. La más conocida es la del faraón Tutankamon cuya maldición mató a casi todos los que estaban envueltos con la expedición que descubrió su tumba.

Las momias, sin embargo, no se limitan únicamente a la cultura Egipcia. En las Islas Canarias, las Momias Guanches también eran producto de un proceso de embalsamamiento muy similar.

El contraste con las Momias Naturales lo podemos encontrar con las momias europeas. En Europa del siglo XIX se fueron encontrando cadáveres bien conservados en los pantanos. Eran criminales que luego de ser asesinados por su condena eran arrojados a esos sitios y mantenían fresco su cuerpo. En Europa ello trajo cierto caos. Algunas personas acuchillaron estas momias de los pantanos temiendo que pudieran regresar a la vida. El caso más famoso de lo anterior fue el hombre de Tollund, que se encontró de la misma manera. Había muerto dos mil años antes de su descubrimiento en 1950, pero lo misterioso de su caso era que había muerto ahorcado sin jamás haber sido ahorcado.

Hoy en día hay muchas otras momias, aunque la mayoría de éstas ya son Momias Naturales: Momias Chinchorro, Momias Incas, Momias Chinas, Sokoshimbutsu, Momias Tibetanas, Momias Peruanas y Momias de Guanajuato (Mexicanas). En este punto quisiera desmentir que pese a que la cultura popular las ha presentado abiertamente, no existen Momias Aztecas, o por lo menos no las han descubierto.

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