La mayoría de los liches tienen apariencia de esqueletos y sus poderes mágicos son mucho más fuertes que cuando estaban vivos. Son expertos en necromancia por lo que fácilmente se hacen de ejércitos de zombies o no muertos que les sirven. La principal diferencia entre un liche y un zombie, aparte de la capacidad de hacer magia, es que el liche tiene conciencia propia y mantiene sus recuerdos de vida, mientras que el zombie no tiene conciencia y sólo se guía por sus instintos y necesidades básicas.
Se dice o se cuenta que los liches, para conseguir su inmortalidad, se extraen su alma y la almacenan en un objeto que luego ocultan para que no se les pueda dar muerte. Este objeto recibe el nombre de filacteria.
Pese a ser inmortales, los liches tienen sus puntos débiles y se les puede dar muerte ya sea destruyendo su cuerpo, deshaciendo el hechizo que los regresó a la vida o destruyendo su filacteria, lo que liberaría su alma y los mataría.