La Llorona de Colombia

Junto a la Patasola y la Tunda, la Llorona también es una leyenda en Colombia. Según la versión de la leyenda en la tradición colombiana, la Llorona es el fantasma errante de una mujer que recorre los valles y montañas, cerca de los ríos y lagunas, vestida con una bata blanca que la cubre hasta los talones. Tiene el cabello largo, negro y rizado, algunos dicen que de color plateado, café y dorado, y en él se posan grillos, luciérnagas, cocuyos y mariposas. Su rostro es una calavera aterradora, y en las cuencas de sus ojos giran dos bolas incandescentes. Las mangas de la batola le llegan hasta sus muñecas y con sus manos grandes, huesudas y ensangrentadas, arrulla a un bebé muerto.10

Tipo: Espíritus legendarios
Subtipo: Alma en pena
País: Colombia
Región: Hispanoamérica, Sudamérica
Hábitat: Ríos y lagos, Valles, Montañas

Al gemir, la Llorona derrama lágrimas de sangre sobre la mortaja azul de la criatura, que conserva una expresión angelical y con sus ojos parece acusar a la madre que le quitó la vida. Dice la leyenda que la gente la oye llorar en los llanos, cuando no hay ruido o gente. También dicen que la Llorona asusta a las muchachas que han cometido actos de los cuales sus padres no estarían orgullosos. Como toda leyenda, los detalles cambian de pueblo en pueblo y de persona en persona. En Antioquia, por ejemplo, se le llama «la María Pardo», mientras que en la región de Pasto, «la Tarumama». Esta última es una vieja monstruosa con cascos de mula por pies y grandes senos que se echa a la espalda, castigada como un alma en pena por haber abandonado al hijo que tuvo sin ser casada, para tapar su vergüenza. Su apariencia e historia tiene semejanzas con la Tulevieja de las leyendas de Costa Rica y Panamá. Finalmente, también existe la versión de una mujer hermosa que llora por sus hijos en los cementerios, sosteniendo una vela encendida con llantos lastimeros, o la de la mujer que recorre las calles llorando y gritando lastimeramente «Ay, mis hijos».

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