Una vez más, estamos con un caso del matrimonio Warren. Hoy traemos su caso más famoso y de los más macabros dentro de la casuistica de la demonología.
El inicio del horror
El 13 de noviembre de 1974, en el 112 de Ocean Avenue, en el poblado de Amityville, Nueva York Ronald Defeo entró en el Bar de Harry, el The Witches’ Brew gritando que habían disparado a sus padres.
La policía descubrió los cuerpos de los 6 miembros de la familia DeFeo, el padre y la madre (Ronald DeFeo padre, 44 años y Louise DeFeo, 43 años) y los 4 hijos (Dawn, 18 años; Allison, 13 años; Mark, 12 años; John, 9 años). Todos ellos se encontraron boca abajo, asesinados en sus camas. El asesino les había disparado por la espalda mientras dormían excepto a la madre, a quien disparó en la cabeza.
Ronald dijo a la policía que no estaba en casa durante los homicidios. Que había salido antes para ir al trabajo y que tras volver, descubrió los cuerpos de su familia. Todo esto había sucedido antes de llegar al Bar de Harry.
La investigación de la policía les llevó a registrar los alrededores y tras buscar en las alcantarillas, encontraron dentro de una, la funda de una almohada con la ropa de Ronald manchada de sangre, la funda de un fusil y unas balas del arma.
Para respaldarse en su inocencia, DeFeo dijo que unas voces que él escuchaba en su casa le habían obligado a hacerlo. Aquel testimonio resultó absurdo para el juzgado, ya que sabían que Ronald tenía un pequeño historial delictivo y que alguna que otra vez había tomado drogas. Ronald DeFeo fue encontrado culpable de los crímenes atroces y condenado a cumplir una condena por seis homicidios de segundo grado, por lo tanto cumpliría cadena perpetua sin libertad condicional.
Nunca ha habido una explicación sólida de cómo Ronald pudo acabar a disparos con su familia sin que ningún vecino oyera los disparos.
¿Por qué las víctimas no presentaron ningún signo de lucha?.
Toxicología no mostró signos en la familia de haber sido drogado y según el forense los cuerpos nunca fueron movidos, fueron encontrados tal y como los había matado.
La familia Lutz
El 18 de diciembre de 1975, la familia Lutz se trasladó a la casa de los De Feo.
Sólo habían pasado 13 meses desde los asesinatos de Ronald, cuando George y Kathleen Lutz se enamoraron de la magnífica casa colonial de estilo holandés. El precio de la compra, $ 80.000. Lo que no podrían haber imaginado nunca es que su estancia en la casa duraría solo 28 días.
La familia llamó a un cura católico, el padre Pecoraro que el día que los Lutz estaban desempaquetando sus cosas para bendecir la casa de la familia.
El cura primero hizo su camino hacia la planta de arriba. En aquella segunda planta entró en la habitación que anteriormente había pertenecido a Marc y John DeFeo, comenzó a rociar agua bendita y en ese momento una voz invisible le dijo «¡Fuera!»
El sacerdote, continuó bendiciendo la casa y antes de marchar y sin decirle a la familia lo sucedido, rechazó la invitación de la madre a quedarse a comer pero antes de irse les avisó de no utilizar aquella habitación como dormitorio. La familia Lutz siguió el consejo del sacerdote y convirtió la sala en un cuarto de costura.
Desde la primera noche, la familia afirmó que tenían sensaciones extrañas.
George tenían un frío constante y pasaba todo el tiempo alimentando de leña la chimenea. También notó un desgano en sus hábitos de aseo y salud. Solía despertarse a la 3:15 am, o bien por fuertes ruidos o simplemente por pérdida de sueño. Esa es la hora en la que la policía estimó las muertes de los Defeo.
George también despertó una noche para presenciar cómo su esposa se transformaba en una bruja de unos 90 años. A la noche siguiente ella comenzó a levitar fuera de la cama.
Allison, de 13 años, comenzó a pasar todo la mayor parte del tiempo en su habitación jugando con un amigo imaginario. Ella lo describió como un cerdito de ojos rojos llamada Jodie, que podía cambiar de tamaño a su antojo.
Allison comentó que Jodie solo podía ser visto por aquellos que él quería.
Una noche, George se despertó a las 3:15 am y miró por la ventana. Las puertas de la caseta de los botes estaban abiertas, aunque él las había cerrado antes de irse a dormir. Bajó a cerrarlas, cuando volvió, vio a su hija Allison en la ventana y detrás suyo había un cerdo enorme. George entró en su casa y subió rápidamente las escaleras y entró en el cuarto de la niña realmente sorprendido. Su hija estaba durmiendo plácidamente y ahí no había ningún cerdo.
Kathy salió a hacer las compras de Navidad, cuando al volver, entró en el baño y encontró la porcelana de los váteres recubiertas de una especie de limo negro y de olor nauseabundo. Ninguno de los niños había hecho nada en la taza de aquellos váteres, pero Kathy se enfadó e intentó limpiar aquel estropicio que no había manera de quitar con ningún tipo de producto de limpieza que Kathy tenía.
Durante los últimos días de su estancia en la casa, empezó a salir una sustancia gelatinosa de color verde, sin ningún sitio de procedencia. Salía de las paredes, de las cerraduras de las puertas… Pero al otro lado de cada puerta no había absolutamente nada. Por mucho que George, Kathy o los niños limpiasen aquella asquerosa sustancia, volvía a salir de nuevo. El último día que vieron esa especie de gelatina, fue el último día que estuvieron en la casa, antes de huir. Las pruebas que realizaron los parapsicólogos después de que los Lutz abandonaran la casa, revelaron que aquello era ectoplasma.
Intentaron por todos los medios que el sacerdote volviera, pero no encontraron su número de teléfono. Al no poder obtener la ayuda del cura, la familia se armó de valor e intentó coger el toro por los cuernos. Armados con un crucifijo, recorrieron toda la casa recitando oraciones. Un coro de voces estalló en respuesta, preguntándoles: «¿Quieres parar?»
La última noche fue la peor, golpes por toda la casa, muebles que se movían por si solos e incluso una extraña música emanaba de las paredes. Tanto aterrorizó a la familia que decidieron marchar a toda prisa. Después de 28 días en la casa de los De Feo, la familia no pudo más. Agarraron unas pocas pertenencias y huyeron refugiándose en la casa de la madre de Kathy Lutz en las inmediaciones Babylon.
Los Warren
20 días después de la huida de los Lutz, los investigadores paranormales Ed y Lorena Warren fueron llamados por Marvin Scott, un reportero de noticias del canal 5 de NY que había cubierto la historia de Amityville y que había trabajado con los Warren en una investigación anterior. Este hombre, conoció el caso gracias a una reportera local, Laura DiDio.
Un equipo de reporteros, investigadores y de parapsicólogo se reunieron junto a Ed y Lorraine Warren en la casa. A pesar de que la familia Lutz estaba invitada a la investigación, se negó a volver a entrar en la casa durante la investigación
Durante la investigación Ed fue empujado físicamente al suelo mientras se utiliza un poco de provocación religiosa en el sótano. Lorena también se sintió abrumado por la sensación de una presencia demoníaca. Ella sentía la presencia de los cuerpos de los Defeo. Según comentó, veía los cuerpos tirados en el suelo y recubiertos de hojas blancas. Aunque no fueron los únicos entes que Lorraine percibió.
El equipo de investigación también capturó una imagen del espíritu que apareció como un niño pequeño mirando desde el segundo piso. También se encontró tierra que al parecer fue utilizada para enterrar a John Ketchum. John Ketchum fue un mago negro que tuvo una casa de campo en la finca antes de la construcción de la casa colonial holandesa en 1924. John pidió que sus restos fueran enterrados en esa propiedad y permanecen allí hasta el día de hoy.
Los indios Shinicock también tenían un recinto en esta tierra que fue utilizado para albergar a los enfermos y a los locos. También sirvió de cementerio para ellos. A principios del siglo XX, aparecieron los huesos de un jefe de la tribu.
Los Warrens creen que el sufrimiento no había salido nunca de la propiedad y con una energía muy negativa y oscura a lo largo de la historia era un imán para los espíritus demoníacos.
Los Warren ayudaron a recuperar sus pertenencias a los Lutz y tras recuperar las escrituras de la vivienda, la pusieron en venta y se trasladaron a California.
La casa de Ocean Avenue que una vez fue comprada por $ 80.000 en 1975 por la familia Lutz, se vendió por $ 950.000.00 en 2010, y de nuevo está en el mercado. La inmobiliaria Zillow la tiene a la venta por $ 850.000. Eso si, no dice nada de que la casa es la famosa y supuestamente maldita mansión de Amityville. la tiene a la venta por $ 850.000. Eso si, no dice nada de que la casa es la famosa y supuestamente maldita mansión de Amityville.