Los castillos y hospitales abandonados son, por excelencia, lugares considerados como los más embrujados del mundo. En décadas anteriores, diversos experimentos se realizaban para encontrar una cura a las enfermedades terribles que algunos padecían. Sin embargo, estos procedimientos rayaban en lo brutal, los pacientes eran sometidos a torturas y cirugías que les ocasionaban la muerte. Convirtiéndose en lugares de terror en los que habitan todavía las almas en pena de aquellos que sufrieron estos espeluznantes métodos, como es el caso de Sanatorio Waverly Hills.
Este sanatorio se ubica en el suroeste del condado Louisville/Jefferson, Kentucky. El terreno fue adquirido por el Mayor Thomas H. Hays en 1883, quien necesitaba una escuela para sus pequeñas hijas, por lo que construyó un colegio de un sólo cuarto en Pages Lane. Contrató a una mujer llamada Lizzie Lee Harris como maestra cuyo cariño por el lugar y su afición por las Waverley Novels de Sir Walter Scott, nombró a la escuela como “Waverly School”. A Hays le agradó el nombre y llamó a toda su propiedad “Waverley Hill”. El hospital se construyó en 1910 comprando todo el terreno de Hayes, pero conservando el nombre, esto fue a causa de que se necesitaba un lugar para tratar a los cientos de pacientes que sufrían de tuberculosis en el condado de Jefferson, esta enfermedad cobró la vida de miles de personas en esa época.
En 1908 se comenzó con la creación del sanatorio que contaba con dos pisos y abrió sus puertas el 26 de julio de 1910, con una área especial para la administración y dos pabellones para albergar entre 40 y 50 enfermos, quienes debían estar aislados del resto de la población, por lo que se escogió esa ubicación que podría brindarles un poco de tranquilidad para recuperarse.
La enfermedad cada vez se propagaba más, por lo que era necesaria la construcción de otro edificio, pues el número de pacientes rebasaba la cantidad a los que se podían atender. La nueva estructura se terminó en 1926 y es la que sigue en pie hasta nuestros días. El Sanatorio Waverly Hills fue considerado como el más avanzado en tratar la tuberculosis en Estados Unidos, aún cuando muchos pacientes murieron a causa de ella. Se estima que 8, 212 perdieron la vida estando en el lugar. La medicina aún no evolucionaba lo suficiente, se creía que el mejor método para combatir la epidemia era con aire fresco, comida nutritiva y descanso. Muchos sobrevivieron a su estancia, pero otros perecieron en el camino.
No sólo la tuberculosis azotaba a los pacientes del sanatorio, sino también los experimentos que hoy en día son considerados brutales, otros aún se siguen practicando. Por ejemplo, los pulmones de los enfermos se exponían a la luz ultravioleta para detener la propagación de la bacteria. Esto era realizado en “cuartos solares” en los cuales se utilizaba luz artificial en vez del sol o en las terrazas del hospital. Como se creía que el aire también ayudaba a curar a los enfermos, estos eran colocados en las ventanas o las mismas terrazas al aire libre sin importar la estación.
Pero esos eran los métodos más suaves, algunos eran bastante sangrientos y escalofriantes. Se implantaban globos dentro de los pulmones de los pacientes y después eran inflados, las operaciones para remover músculos y costillas para lograr que los pulmones se expandieran a su máximo y dejar entrar el aire, ocasionaban la muerte de los enfermos, así como la extracción de la sangre creyendo que así se curarían más rápido. Pocos pacientes sobrevivían a estas rudimentarias prácticas.
Mientras unos sobrevivían, otros más morían. Si el método para recuperarse era el estar tranquilos y mantener una visión optimista, ver al compañero de al lado fallecer les causaba tristeza, pérdida de la esperanza y depresión, lo cual aumentaba el número de muertos. Para que aquellos no se enteraran de cuántos sucumbían ante la tuberculosis, se empezó a utilizar el túnel creado inicialmente como un conducto para transportar reservas fácilmente hasta arriba, como “rampa de cuerpos”. El túnel contaba con escaleras para que los trabajadores pudieran pasar por ahí y el otro lado tenía una serie de barras y una carretilla motorizada por un sistema de cables. Los cadáveres eran puestos en la carretilla y descendidos hasta el final del túnel donde una carroza fúnebre aguardaba para recogerlos discretamente y evitar que los demás pacientes supieran.
Para 1930, la tuberculosis estaba en su declive y diez años después las nuevas medicinas terminaron por erradicarla. En 1961, el Sanatorio Waverly Hills cerró sus puertas, aunque al año fue re-inaugurado como el Sanatorio Geriátrico de Woodhaven. Muchos rumores indican que se llevaron muchas torturas en ese periodo, unas falsas y otras, lamentablemente, ciertas. La terapia electroconvulsiva, que se consideraba altamente efectiva en aquellos años, era utilizada para distintas condiciones mentales. El recorte de presupuesto para el hospital durante la década de los sesentas y setentas provocó la deplorable situación en la que vivían los pacientes, así como maltratos hacia ellos, por lo que en 1982 fue clausurado el sanatorio.
El edificio ha atraído a muchos vagabundos que lo ven como un refugio y a adolescentes que buscan encontrarse con fantasmas y hechos aterradores. Muchas historias empezaron a circular, las cuales involucran niños corriendo en los pasillos, una mujer que aparece con las muñecas sangrando y pide ayuda, las clásicas puertas que se cierran solas, luces que se prenden aún cuando ya no hay electricidad y pasos que se escuchan dentro de algunos cuartos.
Una de las leyendas más conocidas del Waverly Hills es aquella de una enfermera que estaba embarazada del director del hospital sin haberse casado, ella contrajo tuberculosis y se colgó en uno de los cuartos. Otra leyenda habla sobre un hombre que camina por la cocina con una vestimenta blanca y que se puede percibir el olor de comida en el recinto.
El quinto piso también ha sido sujeto de historias. Se cuenta que es una área embrujada en la cual se escuchan voces siniestras pidiendo a los visitantes que se vayan, además de poder ver figuras en las ventanas. Se dice que los pacientes con trastornos mentales y tuberculosis eran alojados en ese piso para aislarlos del resto y de igual manera podían acceder a la luz solar y al aire para curar su enfermedad. Sin embargo, es una de las ubicaciones con más leyendas a su alrededor, el cuarto 502 al parecer era un lugar maldito. Fue en ese espacio donde la enfermera se ahorcó, en 1928, y se desconoce cuánto tiempo pasó antes de ser descubierto su cuerpo. En 1932, otra enfermera encontró la muerte ahí, se cuenta que brincó desde la terraza sin alguna razón, se especula que fue empujada.
Los horrores causados por la tuberculosis, así como las historias que se van deteriorando con el tiempo, hacen del Sanatorio Waverly Hills uno de los lugares más embrujados del planeta. Las personas que lo han visitado, entre ellos “investigadores de lo paranormal”, indican las extrañas actividades que se suscitan en el recinto volviendo su ambiente un poco más espeluznante. ¿Te atreverías a visitarlo?