EL AMARRE

Tenía solo 18 años, obsesionada con el amor de un hombre. Me enamoré perdidamente de él, y él se aprovechó de eso. Al saber que lo amaba me utilizó como quiso. Cuando ya no quiso seguir con el juego solo me botó. Enojada fuí donde un brujo, a éste le pedí ayuda, le dije que me hiciera una especie de amarre, al otro día le llevé todo lo que me pidió. Al cabo de un mes el amarre dió resultado, aquel hombre lo tenía de nuevo conmigo, con la diferencia de que ahora él me amaba. Se casó de inmediato conmigo, cuando el amor maternal comenzó a inundar mi ser, le pedí un hijo, él entusiasmado me dijo que sí. Pero después de dos largos años intentándolo no quedé embarazada. Nos hicimos los exámenes correspondientes y el resultado arrojó que él era estéril. Quedé devastada. 4 meses pasaron después de eso, durante un día en mi trabajo, conocí a un hombre, este era muy apuesto, me llamó tanto la atención y yo a él, fue como amor a primera vista. En ese tiempo tenía ya 20 años. Este nuevo hombre en mi vida, hizo que tomará la decisión de dejar a mi esposo, pero éste no lo tomó a bien, me dijo que no, que lo de nosotros era para siempre. Entonces al ver que no quería dejarme ir, fuí de nuevo con el brujo, le dije que quería deshacer el amarre. El brujo al oír mis palabras me dijo que eso no podía ser y que él me lo había advertido antes, que ese amarre era irrompible un trabajo especial. Me hallé desesperada, no encontraba qué hacer, yo no quería más a mi esposo, estaba enamorada de aquel hombre y él me amaba a mi también.

Pensé hasta en asesinar a mi esposo, estaba desesperada, éste no me dejaba de tocar y me exigía sus derecho de esposo. Después de dos meses me di cuenta que estaba embarazada, era obvio que mi hijo era de mi amor imposible. Ahora más que nunca tenía que ver como hacía para que mi esposo me dejara libre. Al contarle todo a mi amante éste me dijo que huyeramos, de inmediato de le dije que sí. Así que planeamos huir un sábado en la noche, pues ese día mi esposo se iba con sus amigos a tomar. Al llegar ese día estaba todo muy bien, tenía toda listo y mi esposo ya se había marchado a la cantina. Cuando se hizo la hora de salir, tomé mis cosas y me dirigí a la puerta, al abrirla me encontré con mi esposo en la puerta, éste no sé cómo se dio cuenta de todo. Me tomó de los pelos y me arrastró por toda la casa, me dijo que yo nunca lo dejaría. Yo buscaba como defenderme y forcejamos hasta que miré un clavo en la pared y con todas mis fuerzas lo topé hasta aquella pared, aun cuando andaba muy tomado no se me fue fácil hacerlo pero lo hice. Aquel clavo quedó enterrado en la parte baja de la cabeza cerca de la nuca. Eso no lo mató pero estaba muy mal herido. Tomé entonces mis cosas y lo dejé ahí. Ese día me fui con mi amor. Pasaron 4 años más, mi hijo ya era todo un niño hermoso y grande. Al poco tiempo de aquel suceso me dijeron que mi esposo había muerto y todo lo relacionaron a un terrible accidente, pero sabía que yo había provocado su muerte. Ese día mi esposo se desangro. Quedé libre y me casé con él amor de mi vida. Cuando mi hijo cumplió los 4 años éste fue cambiando, se parecía más y más a mi esposo muerto. Me entraba la duda si él era hijo de él o de mi esposo fallecido.

Conforme iba creciendo su carácter era más y más parecido a mi esposo muerto. Pero era más violento y agresivo conmigo, lo lleve a psicólogos pero simplemente no me ayudaron en nada. Desesperada me fui de nuevo con el brujo, le dije lo que le pasaba a mi hijo y que estaba desesperada. Le pregunté si él sabía de. Algún remedio para cambiar su actitud. El brujo me dejó helada cuando me dijo que no podía hacer nada por mi hijo ni por mí. Al saber la razón quedé perpleja. Éste me dijo que mi hijo no podía cambiar porque quien realmente era mi hijo era mi esposo fallecido, que ese había reencarnado en él, el amarre que me había hecho era para toda la vida y que yo nunca me iba a poder deshacer de mi esposo. Mi esposo me abandonó, y mi hijo fue el culpable de eso y el único que me acompaña hasta hoy en día es mi esposo fallecido en el cuerpo de mi hijo.

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Créditos a su autor.

 

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