Soy un hombre que trato de no pensar demasiado las cosas, considero que cuanto mas se medita sobre un tema, mas difícil se torna tomar una buena decisión. He venido del a ciudad, el ajetreo del centro me estresaba demasiado así que decidí irme a vivir a una zona mas calmada, no en el campo sino en un barrio menos poblado en la misma ciudad.
Es un barrio sospechosamente tranquilo, las casas son bajas y todavía hay calles de tierra, lo cual me extraño bastante, era un concepto raro para mi, el chico de ciudad.
La casa en la que me encontraba era bastante amplia para mi, un living grande, una pieza amplia y un baño normal. Yo lo considero bastante bueno, ya que soy un hombre soltero.
Pasaron varias semanas y yo ya me encontraba instalado, ya había sacado todo de las cajas, ya tenia Internet y todo lo necesario.
Pero hablemos del barrio, era bastante extraño, cuando salia a hacer mis compras mis vecinos me miraban, incluso si estaban en la otra cuadra o estaban de espaldas hacia mi, se giraban para mirarme, todos me miraban siempre de forma extraña, como si fuera el centro de todo lo que hay alrededor.
En cuanto al ambiente, si estaba mas tranquilo a pesar de este detalle incomodo, pero en este lugar, el tiempo parece transcurrir lentamente, como si todo estuviera en cámara lenta y las cosas que están en movimiento, como los autos o incluso las hojas de los arboles, parecen difuminadas en el tiempo.
Cabe mencionar, que en este lugar, no hay nunca un día o una noche precisamente, parece como si siempre estuviera amaneciendo o anocheciendo.
Aunque cabe destacar que la mayor parte de mi tiempo fuera del trabajo, osea ya en mi casa devuelta, o estoy durmiendo o ni siquiera salgo a la calle.
Mi estrés comenzaba a aparecer de nuevo, ya las miradas eran miradas fijas y enojadas, como si estuvieran viendo algo que les molesta.
Empiezo a perder la noción del tiempo y comienzo a perderme en pensamientos y las cosas cambian como si cumplieran algún tipo de patrón en este inhóspito lugar.
Parece estar siempre de noche, ya no veo salir ningún sol salir por el horizonte en las mañanas. Tampoco veo ningún sol irse cuando anochece. Las cosas están cada vez peor, y el lugar se vuelve cada vez menos habitable para mi.
Pero lo que mas me inquieta, es la casa de enfrente de la mía, mi ventana da a la calle y esa casa vieja, parece que hace mucho esta deshabitada y abandonada aunque desde que me mude nunca la he notado hasta esa noche.
Habia alguien en la ventana corriendo la cortina negra de la habitación, pareciera mirarme fijo, pero con una mirada vacía y llena de incomodidad, pues esta cara no tenia ojos, tenia la boca permanentemente abierta. Me quedé varias horas mirándola, y no hacia ningún movimiento, llegué a pensar que se trataba de una broma de mis odiosos vecinos, pero no.
Dejé de ir al trabajo, pues ya nunca amaneció esa noche, y ese rostro persistia a través de las cortinas negras, ese rostro palido y espeluznante.
Ya llevaba horas incontadas sin dormir, no se en que momento me distraje pero, ese rostro desapareció de la nada y la casa donde habitaba, parecía una casa común, habitada por personas al igual que yo.
Sentado cerca de mi ventana con la cortina de mi habitación entre mis manos mire asombrado a aquella ventana por varios minutos, no vi ningún movimiento, pero el rostro seguía revoloteando entre mis pensamientos mas profundos fuera de toda razón escéptica sobre espectros de esa calaña, pensamientos totalmente irracionales. Me levanto del pie de mi cama y siento una respiración a mis espaldas, todo esta completamente oscuro. Mi corazón empieza a latir fuerte y comienzo a transpirar y a tener escalofríos, pues la cosas movía el pie como si estuviera esperando algo, claramente estaba sentado de espaldas hacia mi al igual que yo a él.
En un pensamiento instintivo, con mucho temor decido girar la cabeza, y ahí estaba el ya de pie mirándome, ese rostro con solo cuencas vacías en vez de ojos y un agujero negro en vez de boca estaba ahí.
Me levanto lentamente y comienzo a llorar y me pego contra la pared del terrible miedo que siento. Él comienza a rodear la cama para acercarse a mi, sus pisadas son duras y con un sonido seco, como si llevara zapatos.
Yo caigo de espaldas al suelo de la oscura habitación el se acerca lentamente hacia mi, mientras yo grito de desesperación, en un movimiento brusco arranca la cortina y ahí están.
Iluminados por la luz de mercurio de la calle, se encuentran los vecinos mirando a traves de la ventana. Escucho como abren la puerta de afuera para después entrar a traves de la puerta de la casa. Vienen caminando por el comedor y corren la cortina de mi habitación, de pronto mi casa esta llena de desconocidos, esos son todos mis vecinos observándome con el ceño fruncido.
De repente todos al unisono comienzan a gritar «DESPIERTA» con toda sus fuerzas durante varios minutos, el rostro pálido y boquiabierto, solo se queda inmóvil mirándome. Mientras todos siguen gritando, el tipo de rostro pálido y escalofriante se agacha y acerca su cara hacia la mía, mirándome fijamente.
«Es hora de que te vayas, has estado mucho tiempo aquí, intruso» luego de decir esta frase, hizo un sonido gutural descabellado, totalmente imposible de hacer para un ser humano común y corriente, abrió su boca de manera que cubría toda mi visión sobre el cuarto, como si de un gran agujero negro se tratase. Mi respiración se corta y mis gritos sin fuerzas se pierden entre los alaridos de que proclaman mi despertar.
No escucho absolutamente nada, el monstruo pareciera haberme tragado en su inmunda y silenciosa oscuridad dentro de su ser.
Me despierto agitado y llorando miro el reloj que esta sobre mi mesita de luz…
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Entro totalmente en pánico, aun no ha amanecido. Pero eso no es lo inquietante, lo verdaderamente terrorífico es el horario, son las 17:35 pm.
Escucho girar la perilla de la puerta de mi casa… ya están dentro…
Y pensar que creí que me había despertado de una vez por todas!