Sleipnir, famoso por ser el caballo de Odín, el dios supremo de la mitología. Pero su nacimiento es digno de mención, pues la historia es cuanto menos, sorprendente…
Tras la guerra entre los Æsir y los Vanir, dos grupos de dioses, que termino con la unificación de ambos grupos en un único grupo con Odín a la cabeza, la ciudad de Asgard quedo desprotegida ante futuros ataques de los enemigos de los dioses, entre los que se encontraba la tribu de los gigantes de hielo (Jotun).
Un día un hombre llego al palacio de Asgard y vaticino que si no arreglaban las murallas y las hacían de piedra, la ciudad quedaría destruida ante los ataques enemigos. Este se ofreció a construirla pero con tres condiciones: Freyja (la diosa del amor, la fertilidad, y la belleza), el sol y la luna.
La necesidad de la muralla era evidente, pero las condiciones del hombre eran totalmente innegociables para los dioses. En ese momento Loki, más conocido como “El Dios del caos o Dios de las travesuras”, propuso un plan para que se construyera la muralla y además no tuvieran que pagarle nada al hombre y es poner unas condiciones donde la muralla debía estar acabada en 6 meses (incluyendo los de invierno), y ni un solo día más. Ante la sorpresa general y estupor de Freyja, el hombre acepto la propuesta y se puso manos a la obra, contando con la ayuda solo de su caballo Svaðilfari, está fue toda la ayuda que Loki le permitió tener en su trato.
Pasaron los meses y las obras avanzaban a un nivel muy superior al esperado por los dioses, en gran parte gracias al caballo, y para preocupación de Loki, pues sabía que no saldría bien parado si las obras se completaban, así que ideo un plan para salirse con la suya. La mañana anterior al plazo del final de las obras y cuando ya solamente quedaba la puerta de la muralla por ser terminada, Loki planeo que sin su inseparable caballo, el hombre no podría terminar la obra, así que usando una de sus habilidades que le permitía cambiar de forma en la que quisiera, se convirtió en una hermosa yegua y se llevó al caballo Svaðilfari. Ante este hecho, el constructor, estuvo intentando buscar a su caballo sin éxito y no fue capaz de terminar la obra sin su ayuda.
Al entender que todo era un truco de los dioses de Asgard montó en cólera y fue directamente a enfrentarse a Odín, este hecho revelo que no era un simple hombre normal con una fuerza sobrehumana, sino que se trataba de un gigante de hielo. Ante ello, Thor, uno de los hijos de Odín y dios del trueno, descargo su martillo Mjolnir sobre el gigante terminando con su vida de un golpe.
Pasado un tiempo y cuando la calma volvió a la ciudad, y su nueva muralla de piedra, Loki decidió regresar, pero no lo hizo solo. Debido al engaño que tuvo que hacer con el caballo del gigante, Loki en su forma de yegua dio a luz a un caballo de ocho patas al que llamo Sleipnir, y que regalo a Odín diciéndole:
«Ningún caballo igualará la velocidad de éste. Él te llevará por mar, tierra y aire, también a la Tierra de los Muertos y de vuelta aquí.»
Y así fue, por mucho que Loki también pudiera ser llamado “El dios de las mentiras” en la mitología nordica que Sleipnir fue por siempre, el fiel caballo de Odín hasta el final de sus días…