1. The Hell Fire Club
Encaramada sobre las montañas de Dublín, incinerada y abandonada, yace una vieja cabaña de caza que hoy en día sigue apestando a azufre. Construida en 1725 en una tumba de corredor neolítica, el edificio fue usado por una secta integrada por lords y aristócratas (el Hell Fire Club) para realizar actos inmorales y oficiar misas negras invocando a Satanás. Se dice que los visitantes sienten una atmósfera opresiva y observan manifestaciones demoníacas.
2. Jugando a cartas con el Diablo
Era una noche tormentosa en la península de Hook cuando llegó la visita del Diablo. Sir Charles Tottenham estaba jugando a las cartas en su mansión, Loftus Hall, cuando escuchó llamar a la puerta e invitó a un extraño empapado de lluvia a que entrara en su casa. A una dama se le cayeron las cartas durante la partida y al agacharse a recogerlas vio que los pies del extraño eran pezuñas hendidas empapadas en sangre. Entonces el invitado reveló su auténtico aspecto, salió volando por el tejado y desde entonces la casa está embrujada.
3. Lady Isobel y los niños fantasmas
Al ver el castillo de Ballygally, un precioso edificio señorial en la costa de Antrim, nunca pensarías que se tratara de uno de los lugares más encantados de Irlanda. Todo comenzó cuando un antiguo propietario encerró a su esposa, Lady Isobel, en una torre porque no conseguía darle un heredero varón. Antes de morir de hambre, Isobel decidió tirarse de la torre y murió al caer sobre las rocas. Hoy en día el castillo es un hotel, y los huéspedes han visto a su espectro y a niños fantasmas merodeando por los pasillos.
4. Río fantasmal
Kilkenny albergó el primer juicio por brujería de Irlanda, así que no le es extraño el mundo sobrenatural. Durante una gran inundación en 1763, una muchedumbre estaba cruzando John’s Bridge cuando el puente se derrumbó y 16 personas se ahogaron en el río Nore. Desde entonces, lugareños y visitantes hablan de inquietantes figuras fantasmales que se ven en el río, agarrándose a las orillas, reclinados sobre la estructura actual y subiendo del agua entre la bruma matinal.
5. La Dama Blanca
Charles Fort, un impresionante cuartel en forma de estrella en Cork, ha visto mucho derramamiento de sangre. Pero a pesar de las batallas, los asedios y las rebeliones por las que han pasado sus murallas, la historia de la Dama Blanca es la que realmente hiela la sangre. La hija del comandante del cuartel había acabado de casarse con un oficial estacionado allí, pero cuando su padre disparó a su marido, la novia se arrojó al océano. Su alma perdida sigue vagando por el cuartel, vestida de novia.
6. La tumba del obispo Higgins
No molestes a los muertos… o te atormentarán. Tal fue el caso en la catedral de San Colombo, cuando los trabajos de restauración efectuados en 1867 perturbaron la tumba de un antiguo obispo, William Higgins. Su tumba fue desplazada al interior de la catedral, y ahí fue donde las cosas se pusieron raras. Los trabajadores empezaron a escuchar pasos en una galería cerrada, las fotos que se tomaban mostraban extrañas apariciones y el órgano sonaba sin que nadie lo tocara.
7. La maldición del bufón
¿La única cosa más trágica que un payaso triste? Un bufón asesinado. No hay más que visitar el castillo de Malahide, una fortaleza medieval en la costa de Dublín, donde se puede ver al espíritu de un bufón rondando por la finca. Su nombre era Puck y los relatos cuentan que se había enamorado de una de las prisioneras de Malahide, Lady Elenora Fitzgerald. Puck fue descubierto y apuñalado en el corazón, pero con su último aliento juró seguir atormentando a los habitantes del castillo.
8. La capilla sangrienta
Detrás de los muros medievales del castillo de Leap se esconden historias de asesinatos y traiciones. Como en 1250, cuando dos hermanos ambiciosos se disputaban la casa solariega familiar. Uno de ellos era cura y se encontraba oficiando misa en la capilla del castillo cuando su hermano se precipitó hacia él y le clavó una espada en el corazón sobre el altar de la que hoy en día se conoce como la capilla sangrienta, o Bloody Chapel. Luego están los esqueletos que se descubrieron clavados en una pica secreta, pero esa historia es para otro día…
9. La soga del verdugo
La cárcel de Crumlin Road es una prisión histórica de la época victoriana, que en su día albergó a algunos de los personajes de peor reputación de Belfast. También resulta ser uno de los lugares más encantados de Irlanda del Norte. Aquí, las almas torturadas de presos muertos caminan por las pasarelas de hierro forjado y se lamentan por las noches. Uno fue un americano ejecutado por un crimen que no cometió, otro un adolescente que se quitó la vida para esquivar la soga del verdugo.