Se dice que en un poblado de Pachuca, Hidalgo, Vivió un hombre llamado Juan, este hombre era muy pobre.
Un día escuchó hablar de una cueva, dónde se contaba había un gran tesoro, donde su mayor sueño se podría hacer realidad.
Se armó de valor y tomó el camino que conducía hacía la famosa cueva. Mientras avanzaba, iba pensando en todo lo que podría hacer si obtenía aquella riqueza.
Al llegar al lugar, se colocó en la entrada y se presentó:
-Soy Juan, he caminado mucho, vengo en busca de riqueza para mí y mi familia.
Al adentrarse a la cueva, llegó hasta lo más profundo del lugar, pero solo encontró una serpiente muy grande, y de colores muy brillantes, nunca había visto un animal así de hermoso. Decidió tomarla para llevarla a su casa y sacar algún provecho de dicho animal.
Cuando llegó a su casa ya era tarde, por lo que decidió depositar a la serpiente en un viejo pozo seco. Esa noche, Juan soñó que aquel animal le hablaba.
Le daba las gracias por aceptarlo en su vida, y en la de su familia; por darle un hogar y que su deseo lo encontraría en su granero.
A la mañana siguiente, el hombre algo desconcertado se dirigió al granero, y grande fue su sorpresa al encontrar entre el maíz recién cosechado, muchos costales repletos de monedas de oro. Juan estaba feliz, pero fue interrumpido cuando escuchó el grito de su esposa llamándolo.
Su hijo había desaparecido, lo buscaron por todos lados y no lo encontraban, antes del anochecer, la mujer fue al viejo pozo, llamó a Juan con gritos desesperados, ahí se encontraba el pequeño, totalmente destrozado, pero la serpiente no estaba.
Después del velorio del pequeño, Juan tomó el tesoro y compro tierras, y se hizo de una gran hacienda. Nunca le contó a nadie de lo que había encontrado en el granero ni de aquella serpiente.
Se convirtió en un hombre muy rico y respetado por el lugar. Una noche, volvió a soñar con la serpiente que le decía:
-Si quieres conservar tu fortuna, más de tu sangre debes llevar a la cueva de donde me sacaste-
Se dice que Juan, tuvo muchos amoríos con mujeres de comunidades aledañas a la suya, cuando los niños nacían, los reclamaba para su crianza, pero lo que en realidad hacía, era llevarlos a la cueva para obtener más riquezas.
Así lo hizo por muchos años, hasta que víctima de los años y la enfermedad, Juan murió.
Se cuenta que en pleno velorio, ya entrada la media noche, entró un hombre muy elegante, vestido completamente de negro gritando:
– ¡Juan, he venido por el último pago! –
La gente desconcertada, no entendía lo que estaba sucediendo, nadie conocía al misterioso hombre, de pronto todo quedó en penumbras.
Al regresar la luz , no podían creer lo que había dentro del aquel ataúd. Se encontraba una enorme serpiente, como nunca antes la habían visto y el cuerpo de Juan, había desaparecido. Intentaron atrapar a la serpiente, pero ante sus ojos, aquel enorme animal desapareció.
👉Fin👈