Un amigo después de la vida

Hace pocos años, unos dos o tres a lo mucho, falleció un muy buen amigo de mi padre, Francisco (Nombre ficticio) , por motivo de un cáncer al estómago.

Antes de morir mi padre le ayudaba y lo apoyaba en lo que podía, como algunos gastos, medicina, viajes, organizamos colectas, etc., yo no me relacionaba mucho con él, sin embargo ayudaba también en lo que podía por compromiso y cariño a mi padre.
Después de su muerte mi padre muy destrozado, quería hacerle un homenaje en su memoria, sin saber que hacer, le sugerí un video con la vida de él y ofreciéndole que yo mismo lo haría, pues sabia del tema y lo podía hacer.

La verdad me metí mucho en el video, conocí más de la vida de Francisco, siempre en los videos que hago pongo mucho sentimiento, spara que estos puedan salir con más convencimiento para la gente que lo vea.

Todo pasó al mes del fallecimiento de Francisco, lanzamos el video a la sociedad, amigos, familiares y conocidos de Francisco, dando como resultado una conmoción que no me hubiera imaginado y generando un sentimiento interior un poco extraño, todos lloraron, aplaudieron, felices de haber recordado de la mejor manera a un ser querido.
En nuestro país, no se si también en otros, es de la creencia de un ser querido que después de fallecido por algún dolor físico grave, se muestre en los sueños de sus seres queridos avisando que ha llegado al cielo o paraíso, que esta bien, y que esta descansando en paz, algo a lo que aquí llamamos: «Recogiendo los pasos»

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En fin, después de dos meses más o menos mi padre y la esposa de Francisco conversando:
Mi Padre:

Señora, tal vez ha soñado con Francisco?

Esposa:

-No la verdad, ni su madre ni ninguno de mis hijos, y es raro.

Mi Padre:

-Mmmm pues ojalá lo sueñe alguien de sus seres queridos, pues ya es hora de que avise que ya está bien.

En aquella temporada yo pasaba por una etapa muy triste de mi vida pues tenia muchos problemas, tanto en la universidad y con mi padre por su tristeza.
En plena depresión recostado en mi cama con el llanto en mi rostro y mis pensamientos lleno de lamentaciones, empece a tener mucho sueño, en ese momento solo estuvimos solo mi padre y yo en casa, nuestros dormitorios son continuos.

En fin, empecé a tener mucho frío y mi piel se estremecía. Cada vez era más difícil mover mi cuerpo, esta experiencia ya la había sentido antes y creía que era por presencia de algún fantasma.

Sin embargo esta vez, a diferencia de mis anteriores experiencias, no tenía miedo, empece a sentir paz, una paz que desde niño no sentía en mi cuerpo, inclusive más, desde lo alto de mi habitación una luz fuerte me cegaba, estaba somnoliento, no dormido, y consciente, sentía como un manto blanco y cálido me cobijaba el cuerpo, lo siguiente que sentí fue una mano acariciando mi hombro, pues estaba acostado en posición fetal, cuando pude mirar, era él!, era Francisco!, sentado a un costado de la cama, a lado mío, y no lo podía creer, no tenía miedo, esa paz que sentía no se iba de mi cuerpo, y conversamos mucho, decía que ya estaba bien, que ya no había enfermedad ni dolor, hablamos justamente de los problemas que tenía con mi padre y que me ayudaría a resolverlos, después me agradeció por el homenaje, el video que hice para él, y por último, con su pulgar me dio la bendición, su imagen se iluminó y conjunto con el manto blanco ascendieron y desaparecieron, volvía a tener movimiento en mi cuerpo y con una gran exhalación salté de mi cama, pues me estaba faltando la respiración.

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Mi padre me llamaba y gritaba pues decía que era para despertarme pues me faltaba la respiración y me estaba ahogando.
Tuve la experiencia dos veces más, en otra situación donde todos mis problemas se duplicaron repentinamente y sin saber que hacer una noche listo para dormir le recé a Francisco, simplemente le pedí que bajara, entonces pasó lo mismo, y Francisco apareció, esta vez no platicamos solo me dijo, «Descansa, yo te acompañare esta noche», nunca había dormido tan bien y con tanta tranquilidad esa noche.
Y la última vez que lo sentí fue en el bus camino a la universidad, pues me había quedado profundamente dormido y me pasaba la parada, entonces escuche su voz, y sentí un sacudón, con el que decía:

«Levántate ya!, pues no puedes seguir así, levántate y sigue adelante!»

desperté, y a lado mío no había nadie, pero era su voz, la de Francisco.

Mis problemas, todos se resolvieron, la paz volvió a mi hogar, fue después de un tiempo que conté mi historia a mi padre el cuál me agradeció, pues él nos ayudó de alguna manera,y nos avisó que ya estaba descansando en paz.
Me hice muy amigo de él yo también después de fallecido.

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