Aberfan es una pequeña localidad de tradición minera al sur de Gales, y si no fuera por el desastroso cataclismo ocurrido en 1966, no pasaría a formar parte de los anales históricos de la región ni de los archivos de casuística paranormal de las instituciones de investigación psíquica.
Una niña, Eryl Mai Jones, de 10 años, es la principal protagonista de esta triste historia, la cual predijo su propia muerte dos semanas antes del fatal acontecimiento.
Eryl Mai Jones
Eryl se despertó la mañana del 20 de octubre comentando a su madre el contenido de sus sueños. La niña se refería a algo negro y grande que caía sobre la escuela cubriéndolo todo.
Efectivamente, muy poco tiempo después murieron allí 144 personas, entre ellas 128 niños contando la propia Eryl Mai Jones y sus amigos.
Eryl no fue la única persona que presintió el desastre. Un empleado retirado de la línea Cunard que vivía dedicado al arte en el sudoeste de Inglaterra, tuvo igualmente una visión de algo negro que asoció con polvo de carbón, teniendo con ello la sensación de que algo ocurriría no muy lejos de allí. Esta visión pasó por su mente el 14 de octubre.
Fue ya a partir del 19 del mismo mes cuando las visiones y los presentimientos comienzan a multiplicarse en numerosas personas, sobre todo en mujeres en todo el país galo.
Estas personas comenzaron a tener visiones y sueños terroríficos relacionados con masas negras y oscuridades envolventes. Una de estas mujeres vio cómo un niño corría gritando y aterrado mientras la falda de una montaña parecía derrumbarse.
Otra mujer, en este caso la señora C. Milden de Plymouth, Inglaterra, visionó una escuela en un valle y a un niño pequeño aterrorizado mientras observaba una avalancha de carbón cayendo ladera abajo y un equipo de rescate buscando los cuerpos bajo los escombros. Esta señora estaba asistiendo a una reunión de espiritistas en la noche del jueves 20 cuando tuvo la visión.
Aberfan luego del desastre
La señora Sybil Brown de Brighton, en Londres, se despertó sobresaltada el viernes 21 tras haber padecido una horrible pesadilla. Vio a un pequeñodentro de una cabina telefónica gritando con desesperación, mientras otro niño, caminando hacia ella seguido de una «masa negra e hinchada». En ese mismo momento, una mujer, también en Londres, se despertó tras un sueño en el que sentía que los muros de su casa se derrumbaban sepultándola. Por otro lado, una renombrada mujer del noroeste de Inglaterra vio en sueños en letras deslumbrantes la palabra «A.B.E.R.F.A.N.».
Por la mañana temprano y tras el rezo habitual, los niños esperaban a que los profesores pasaran lista.
En ese mismo instante y por encima de la escuela, una montaña de 200 metros de altura y compuesta por el carbón sobrante procedente de las minas adyacentes, se movía resbalándose a causa de las lluvias caídas.
Medio millón de toneladas de escoria negra se agitó cayendo ladera abajo con enorme estruendo formando un montón de materia oscura.
Una vista de Aberfan
Las casas fueron literalmente barridas, y todo lo que se encontraba a su paso lo desgarraba o arrancaba.
Eryl Mai Jones y más de cien niños fueron sepultados por aquella masa oscura, enguyendo y destruyendo la Escuela Primaria de Pantglas.
Murieron en total 144 personas.
Un estudio de percepción extrasensorial
El psicólogo inglés J. C. Barker se encontraba en aquella fecha realizando un estudio sobre las predicciones y al enterarse del suceso insertó en la prensa anuncios de llamamiento a personas que habían tenido presentimientos o sueños proféticos relacionados con el desastre.
El Dr. Barker recibió un total de 76 respuestas, de las cuales 60 fueron investigadas a fondo y 24 de ellas fueron comunicadas mediante cartas y escritos que pudieron ser comprobadas.
La mayor parte de casos comprobados se dio en mujeres (5:1) y cuya variación de edad se encontraba entre los 10 y los 75 años; la mayor parte de las narraciones ofrecidas se centraban en sueños en los que normalmente aparecían niños gritando, masas oscuras y derrumbamientos diversos.
Adicionalmente se unieron a Barker dos organizaciones que investigaban casos similares. Entre todos consiguieron un total de 200 respuestas.
Tras varias conclusiones, Barker fundó una organización destinada a recoger premoniciones y utilizarlas como fuernte de prevención de desastres.
Esta idea fue posteriormente seguida en los Estados Unidos con gran interés.