Esto sucedió en la ciudad de Chihuahua, México. Cuentan que hace unos años, en la sección de maternidad de uno de los hospitales del Seguro Social de la ciudad, nació un niño, cuya madre murió en el momento del parto y que no tenía ningún otro familiar.
Este niño, cuenta la historia, era sumamente feo, tan feo que en todo el hospital las enfermeras no dejaban de hablar de lo horrible que era y todas se tomaban algunos minutos para ir a verlo.
El caso es que en un momento, cuando había reunidas varias enfermeras junto a él, comentando lo feo que era, el niño abrió los ojos, y viéndolas fijamente a todos, abrió la boca y con una voz que las llenó a todas de terror, dijo: «Más feo está el mundo, y se va a acabar», y dicho esto, murió.